lunes, 30 de mayo de 2011
sábado, 28 de mayo de 2011
XXII aniversario de la formación de la primera Cuadrilla de Hermanos cargadores, de Ntra. Sra. De La Soledad.
Eran solo unos niños, pero no por ello menos responsable en las lides de la carga. Eran solo unos niños pero repleto de ilusiones, repleto de ánimos, y una sola idea, la de pertenecer a la primera cuadrilla de Hermanos que cargarían como tales a la hermosísima Virgen de La Soledad.
Y se fraguó esa idea, unas reuniones en el patio de la antigua Casa de Hermandad, fue el comienzo para que todo llegara al camino correcto. Muchas caras nuevas, una cofradía antigua, una palio sin bambalinas, ni un solo varal, el misterio de la cruz de madera, la de la Virgen de perlas.
Y prosiguió esa cuadrilla, y se formó un grupo humano de niños, de los que muchos, con el paso de los tiempos, fueron y son miembros de la Junta de Gobierno. Y se encontraban esos niños, que aun siendo los más niños de los Viernes Santos de entonces, eran los adultos que de mostraron serlo siendo niños, y de los que de ellos aun queda un importante número en esa nómina de cargadores.
Mirad al cielo cargadores de mi Virgen, mirad al cielo del paso que encima de ustedes va la más bonita de todas las bonitas, La que fue y es magistralmente mimada por parte de vuestros voluntariosos hombros, de esos que empezaron, de esos que no siguieron, los que se incorporaron y de esos que ya no están.
¡Al cielo con ella!
Y se fraguó esa idea, unas reuniones en el patio de la antigua Casa de Hermandad, fue el comienzo para que todo llegara al camino correcto. Muchas caras nuevas, una cofradía antigua, una palio sin bambalinas, ni un solo varal, el misterio de la cruz de madera, la de la Virgen de perlas.
Y prosiguió esa cuadrilla, y se formó un grupo humano de niños, de los que muchos, con el paso de los tiempos, fueron y son miembros de la Junta de Gobierno. Y se encontraban esos niños, que aun siendo los más niños de los Viernes Santos de entonces, eran los adultos que de mostraron serlo siendo niños, y de los que de ellos aun queda un importante número en esa nómina de cargadores.
Mirad al cielo cargadores de mi Virgen, mirad al cielo del paso que encima de ustedes va la más bonita de todas las bonitas, La que fue y es magistralmente mimada por parte de vuestros voluntariosos hombros, de esos que empezaron, de esos que no siguieron, los que se incorporaron y de esos que ya no están.
¡Al cielo con ella!
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